Presentación

Esta sección nace impulsada por el deseo de que los conocimientos y la información se hagan extensibles a todo aquel que desee o necesite usarlas. El conocimiento es un bien universal y como tal ha de transmitirse. En mi caso lo siento, además, como un impulso ético porque son ellos, los canes, mi quehacer y mi vocación.

Deseo con todo mi corazón que este esfuerzo y recopilación de experiencias aporte ideas, posibilidades o simplemente impulse investigaciones sobre el cuidado y amor a vuestros pequeños.

Mi mayor agradecimiento a las personas, casi todas anónimas, que me han ayudado a conocer todo cuanto hoy conozco sobre el cuidado e higiene de mis perros.

Mi más tierno agradecimiento a los propietarios de los bebés que han nacido en esta casa. Sin ellos, sin su fuerte impulso de amor y cuidado de su pequeño, esto no hubiera sido posible. Ellos han sido la fuerza, ellos han sido el amor que ha empujado a esta sección.

Experiencia

Se ha escrito mucho sobre manejo del perro en la tarea de la higiene de boca, oídos o cuidado del manto. Se ha escrito mucho sobre la necesidad de que el manejador de un animal ejercite su paciencia y buen humor.
La lectura y la documentación es necesaria para mejorar nuestras pautas de acercamiento y manejo de los canes.

Pero en último término está la experiencia. El término experiencia significa la vivencia propia y sensitiva que en ese momento, exacto y preciso, tenemos en contacto con el perro.

Entiendo que la mejor manera de enseñar a un perro a disfrutar de su cuidado higiénico y acicalamiento es que nosotros mismos disfrutemos de esa experiencia con él. El contagio, por decirlo así, de esa experiencia placentera y grata, es la manera más directa y eficaz de producir en el perro ese estado.
Todo aquél que ha cuidado los dientes, oídos, manto de un perro con amor, todo aquél que lo ha bañado con devoción ha comprendido, desde la propia experiencia, que no hay nada comparable a su propio gozo para hacer que el pequeño disfrute de ese momento.

Por ello los premios, palabras suaves y manejo positivo del can en ese momento es importante. Pero lo radicalmente trascendental es que esas palabras y modos no estén huecos en nuestra experiencia interior. Que ese momento no sea representación de una lección previamente aprendida. El perro, mejor que los seres humanos, capta la diferencia entre la representación y la realidad. Lo verdaderamente insustituible, porque es lo que contagia, es nuestra experiencia interior.

Por ello para aprender el buen manejo del perro, hemos de aprender a disfrutar de nuestro perro. Disfrutar cuando le cuidamos los dientes, el manto… de la misma manera que disfrutamos cuando jugamos con él.

No es enseñar al perro a obedecer. La tarea es aprender nosotros mismos a disfrutar del perro en cada momento.

A nivel particular agradezco a:

Cristina Nuñez. Peluquera canina (Propietaria de la Academia canina «Tus amigos». Logroño). Mi gratitud con ella por prestarse y participar en la construcción de este proyecto de Mantenimiento del manto para la web Santitisi, ofreciendo para todos, sus conocimientos sobre el cuidado y mantenimiento del maltés.

Cinecittá Kennel, por su generosidad en transmitir tan altos conocimientos.

Mi amado Cinecittá Cypher, que ha colaborado con su cuerpo y su ánimo, siempre paciente y dulce, para hacer realidad este proyecto.